Tiempo al tiempo ~

Una de las tantas cosas por la cual estamos tan pendientes. Lo contamos, lo vivimos, lo amamos, lo deseamos, lo odiamos. Lo tenemos en cuenta para todo, cuanto hace que no hacemos tal cosa, cuanto nos falta para hacer tal otra, cuantos días hace que no vemos a una persona o cuantos meses pasaron con el deseo de hacerlo. Muchas veces me dan ganas de que pase rápido y otras veces muy lento. En ocasiones quiero preservar en mis recuerdos hasta el mas mínimo segundo y otras veces olvidarlo.

Y a pesar de todo el tiempo sigue corriendo, marcando siempre el limite entre el futuro, con todos nuestros anhelos, deseos y obligaciones, y el pasado, plasmándose en el todo lo ocurrido. Cuando uno esta parado en esta línea imaginaria, que divide ambas cosas, se encuentra en el presente, en el ahora. Ese el lugar donde nada esta definido, donde todo se puede volver en un hecho o en un “simple podría haber sido”, donde se toman decisiones entre dos o mas opciones, donde se ponen en juego lo que uno quiere hacer y aquellas que no le queda otra opción que hacerla. Ahí es donde uno se encuentra con la esencia de tiempo, con una de sus tantas definiciones con “la oportunidad de hacer algo”.

No quiero perder el tiempo y la mejor forma de no hacerlo es dejar de pensar tanto en el mismo, dejarlo fluir y empezar a “hacer”.